5 beneficios indiscutibles del buen gobierno corporativo

El buen gobierno corporativo puede entenderse como un conjunto de principios y procesos que determinan las reglas de conformación y funcionamiento de los órganos de gobierno de una organización. Es también una forma de trabajar con altos estándares de transparencia y profesionalismo, que se traduce en mayor eficiencia en el quehacer y mayor confianza en el mercado y, en particular, frente a sus grupos de interés (stakeholders).

El buen gobierno corporativo no es exclusivo de las grandes organizaciones públicas y privadas, pues representa un marco estratégico fundamental para el crecimiento y consolidación de las pequeñas y medianas empresas.

Sus beneficios son múltiples, compartiré a continuación los más importantes:

  • Impacta positivamente la imagen que tiene la organización. La buena reputación trae consigo nuevas oportunidades para alianzas estratégicas, mayor acceso al financiamiento a un menor costo y llegada a nuevos clientes conscientes de este valor agregado y dispuestos a establecer una relación de largo plazo con la organización.
  • Prepara a la organización para responder de mejor manera a las demandas de los públicos internos y externos. Un ejemplo de lo anterior es la forma como se facilitan procesos de gestión del cambio incentivados por cambios en la regulación.
  • Crea un marco transparente para la administración de los intereses divergentes de los accionistas. La separación entre los roles y responsabilidades de los propietarios y los administradores garantiza la independencia y previene posibles conflictos de interés y otros riesgos asociados. Lo anterior es especialmente necesario en las empresas familiares.
  • Mejora los resultados operativos, instaura una cultura abierta a la transparencia y la rendición de cuentas y asegura la sostenibilidad a largo plazo de la organización. El sistema genera pesos y contrapesos, minimizando la probabilidad de ocurrencia de actos de abuso de poder o administración desleal.
  • Facilita la gestión integral de los riesgos de fraude, corrupción, lavado de activos y financiación al terrorismo. La cultura de integridad, se complementa con el compromiso de auto-regulación y cumplimiento normativo.

“Parte esencial del gobierno corporativo es entender los intereses y necesidades de las partes interesadas respecto a la actividad de la organización. Hay que tener en cuenta las partes interesadas internas y externas, haciendo un esfuerzo por entenderlas y respondiendo de manera oportuna”(Fuente: Ismodes, Javier. GRC Gobierno Corporativo, Riesgo, y Cumplimiento. Spanish Edition. Kindle Edition). La perspectiva centrada en la maximización de utilidades para los accionistas ya está mandada a recoger. Hoy en día, las organizaciones más exitosas tienen una visión centrada y al servicio de todos sus grupos de interés.

Solo basta recordar algunas de las tendencias actuales que promueven la definición y puesta en marcha de modelos de gestión sostenible:

  • El Sistema B o ‘B Corps, un movimiento global que tiene como propósito crear una alianza de empresas cuyo principal diferencial es su compromiso con los valores, la ética, el cuidado del ambiente y la responsabilidad social.
  • El capitalismo consciente, una propuesta del profesor Raj Sisodia para ayudar a las empresas a “elevar la humanidad por medio de los negocios”, a partir de la priorización de 4 principios: tener un propósito superior, el liderazgo participativo y consciente, el fomento de los valores de la responsabilidad e integridad, y la integración con todas las partes interesadas.
  • La inversión socialmente responsable y los líderes activistas, que inspiran la creación de nuevas formas de hacer negocios para crear un mundo que funcione para todos. Un ejemplo es el acceso a fondos de financiación Black Rock, donde la rentabilidad ya no es el criterio más importante.

Los empresarios son cada día más conscientes de hacia donde se mueve el mundo. Casos exitosos están al alcance de la mano, para ser estudiados. Extraer y trasferir las buenas prácticas en una oportunidad disponible para todas las organizaciones. Concluyo con una pregunta con tono de invitación: ¿Cuál será tu siguiente paso en este sentido?

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