Como líderes, somos capaces de influenciar la cultura organizacional con nuestras prácticas cotidianas, y eso que hacemos habla con voz alta acerca de quiénes somos. Los resultados que tenemos están directamente determinados por el tipo de relaciones que somos capaces de construir y sostener en el tiempo. Nuestros resultados, por supuesto, inciden también de forma directa y clara en los resultados del negocio.
Desde mi rol de acompañamiento externo a las organizaciones, veo cada día oportunidades para crear un contexto que soporte el logro de resultados sin precedentes y sostenibles… y en un 99,999% de las veces el que la magia ocurra, depende irremediablemente de las personas. Son las personas el centro del crisol para el salto cuántico organizacional.
A continuación, te compartiré 3 poderosas razones para construir un marco de acción soportado en una práctica de relacionamiento apreciativo con los demás, la cual podrás considerar y experimentar de forma proactiva.
¿Por qué resulta clave desarrollar un liderazgo enfocado en las personas?
- Porque en mis conversaciones con clientes de coaching y consultoría suele aparecer un desafío inmenso en términos de relación. Si el universo me diera una moneda por cada vez que escucho frases del tipo “Si parece tan lógico y fácil liderar con la gente, qué hace que en la práctica sea para mí tan complicado”, “No estoy tan seguro de que la gente valore realmente lo que hago por ellos”, “Si se pusieran un instante en mis zapatos entenderían lo que llevo mucho tiempo tratando de explicarles”, etc., ya tendría una bodega para nadar como la de la caricatura Rico MacPato[1].
¡Y sí! Suponemos que los líderes ya saben cómo serlo, pero la experiencia muestra que estamos ávidos de referencias, guía y buenas prácticas. Tener acceso a este tipo de información siempre será un valor agregado para aquellos que estén comprometidos con la transformación personal, organizacional y social.
- Porque he estudiado de forma metódica los factores de éxito de las organizaciones líderes, de las organizaciones que marcan la pauta y muestran el camino que los demás siguen; y me cuesta recordar uno de esos factores que no pase necesariamente por la voluntad y la dedicación de las personas.
¡No! No hay estrategia, no hay tecnología, no hay sistemas y procesos, no hay metodologías e instrumentos capaces de reemplazar el poder de la acción humana. Y más aún, no hay resultado positivo que se sostenga en el tiempo si no es por el compromiso de las personas que participan en el sistema organizacional.
- Porque ha llegado el momentum para impulsar un cambio del paradigma de gestión, para dar el valor que se merece al liderazgo centrado en las personas.
¡Y sí! El punto de partida y de llegada son las personas. La lógica lineal causa – efecto ha demostrado ser insuficiente para entender y explicar la interacción humana. La realidad es mucho más compleja y la buena noticia es que las posibilidades son infinitas. Es momento de renunciar a las viejas formas de explicar los negocios y abrazar la incertidumbre, porque en ambientes altamente volátiles poner el foco en las tareas es una respuesta que aborda lo que ya no es. El mundo cambió y no conviene seguir resistiendo este hecho.
Si eres un profesional comprometido con desarrollar habilidades directivas y de liderazgo, para contribuir de manera notable al desarrollo del talento humano y los equipos a tu cargo. Si estás dispuesto a desaprender viejas costumbres para emprender otras formas de relacionarte que impacten de forma positiva la cultura de tu organización. Si estás comprometido con proyectarte con una imagen y un estilo de liderazgo diferente. Si reconoces oportunidades para liderar procesos de cambio organizacional. Si deseas trascender las barreras del campo de acción de tu organización, para ingresar a nuevos mercados, desarrollar procesos de innovación, etc. Si las personas te importan, por encima de los resultados. Si anhelas experimentar un salto cuántico, con un liderazgo centrado en las personas estarás accediendo a nuevas maneras de Ser con otros, para lograr esos resultados que quieres.
¡El salto cuántico de tu organización ya está ocurriendo!
[1] Scrooge McDuck, conocido como Rico McPato o Tío Rico, en Hispanoamérica, y Tío Gilito, en España, es un personaje de ficción de historietas y animaciones creado por el artista Carl Barks para The Walt Disney Company y que forma parte de la familia del Pato Donald (Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Scrooge_McDuck).