En el mundo organizacional, es donde tal vez más se mezclan y confunden el coaching y la consultoría. Así que preguntarse qué es el coaching empresarial y cómo sé que es para mí, no son preguntas prescindibles; en especial en un momento donde la oferta y la demanda de servicios profesionales va en aumento.
Habrá situaciones en las que se requiere el concepto de un experto en un asunto particular, y en esos casos lo que conviene es buscar y contratar a un consultor. Si en cambio, lo que se necesita es el desarrollo de habilidades y competencias directivas, la comunicación asertiva, la gestión de los equipos y del tiempo, entre otros aspectos; lo más acertado será acudir a los servicios de un coach. Con un consultor el cliente obtiene respuestas, con un coach el cliente evoca de sí mismo las respuestas, para luego diseñar y emprender acciones que transformen una situación inicial en un resultado concreto y extraordinario.
Ahora, el coaching como profesión también tiene diferentes especialidades o campos de acción. No es lo mismo un coach de vida, un coach de pareja o familiar, un coach deportivo o nutricional, o un coach ejecutivo o empresarial. Si bien desde el punto de vista formativo puede haber coincidencia en la base conceptual, filosófica y teórica; las prácticas, metodologías y herramientas suelen cambiar en función del tipo de cliente y de su necesidad. En este punto conviene precisar que lo que marca la diferencia es el contexto en el que se desarrolla el proceso de coaching.
Según la Federación Internacional de Coaching (ICF), “El coaching profesional es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional.»(1) Esta es una definición que por su carácter general, aplica a distintos ejercicios de esta práctica profesional.
El coaching empresarial, como su nombre lo indica, es el que se da en el contexto de una organización o empresa, siendo su cultura (el cómo se hacen las cosas) y sus resultados, los principales campos de observación e intervención. En dicho contexto, suelen desarrollarse sesiones de trabajo con equipos, ya sea en una misma área o en diferentes áreas de la empresa.
El coaching ejecutivo, por su parte, es que el que se focaliza en aquellas personas que por su perfil dentro de la organización (directivo y mandos medios) están llamados a liderar el diseño y desarrollo de las estrategias del negocio, los equipos de trabajo, el relacionamiento con los grupos de interés, los procesos de toma de decisiones y aprovechamiento de las oportunidades de mercado, y la gestión del conocimiento, entre otros.
Si te reconoces en las labores mencionadas previamente, el coaching ejecutivo puede ser una opción interesante para ti. Además, si tu interés es profundizar y considerar de manera seria la posibilidad de contratar los servicios de un coach ejecutivo, las siguientes son señales de oportunidad que puedes tener en cuenta:
- Identificas dificultades en tu gestión como líder, las cuales contribuyen a la falta de resultados del negocio. ¿Pará que te paga la organización y cuáles son los resultados que se esperan de ti? ¿Dedicas todo tu tiempo a lo que se espera que hagas o no? ¿Quién eres más allá de lo que haces todos los días? ¿Eres el líder que inspira y es ejemplo?
- Quieres proyectarte con una imagen y un estilo de liderazgo directivo diferente, con tu equipo de colaboradores más cercano y en toda la organización. ¿Qué diría la gente de ti si supieran que no sabrás lo que han dicho? ¿Quién eres en momentos de crisis? Si te fueras hoy de la organización, ¿Cuál sería ese legado que dejarías? ¿Qué tanto tiempo perduraría?
Siempre le digo a mis clientes: ¿Quieres saber cómo va tu organización? Escucha lo que dice la gente cuando se está tomando un café. Mucho de lo que requieres escuchar, no se habla en la formalidad de las reuniones, ni se escribe en los informes. Es información que seguramente no vas a encontrar en los sistemas con una etiqueta distintiva.
- Reconoces que tu rol es fundamental para impulsar procesos de gestión del cambio y/o transformación de la cultura organizacional. ¿Estás siendo punta de lanza a la hora de trazar el camino a seguir? ¿Eres el líder de los resistentes al cambio o eres quien transmite confianza para emprender un camino hacia lo desconocido?
- Proyectas que es momento de actuar de forma intencionada para lograr un ascenso dentro de la organización. ¿Tienes ese llamado de tu corazón que te invita a soltar lo que te es habitual para ir por algo diferente? ¿Cómo sería tu vida si obtienes ese resultado? ¿De qué manera estarías siendo contribución para la empresa, por el solo hecho de lanzarte a jugar un juego más grande?
- Deseas mejorar tu rendimiento y equilibrar tu vida personal con tu vida laboral. ¿Has pensado en los últimos meses en más de una oportunidad en qué pasaría si decides renunciar? ¿Te has convencido a ti mismo de que es posible tenerlo todo, pero luego el día a día te ha desbordado, dejando como consecuencia un sin sabor que se repite con cierta frecuencia?
Recuerda que el éxito que vale la pena lograr es aquel que integra bienestar personal y desarrollo profesional, que se acompaña de la presencia de otros y sirve a otros, y que reconoce al ser humano que eres por encima de cualquier acción realizada y/o resultado obtenido.
Quizás otras señales de oportunidad pueden estar llegando a tu mente en este momento… Este fue sólo un “abre bocas”. La decisión de contratar o no a un coach depende de ti. Ya sea que lo hagas o no, el punto es qué estás comprometido a crear y cómo tus acciones serán consistentes con ese compromiso. Finalmente lo único que cambia la realidad es la acción.
Ver también “Cómo se producen saltos cuánticos en las organizaciones”